miércoles, 21 de febrero de 2018

A LAURA


                                                                   La más bonita



NUESTROS DÍAS LAURA

El olvido ya no existe,
Está impregnada mi piel
del aroma de esos días,
cuando tu risa y la mía
encontraban un lugar.

Días azules de un cielo
que nos miraba temblando.
Un árbol crecía,  bello
como el sol y las estrellas.
La vida sonreía, las
noches eran cálidas,
Y el amor, ese amor que me
envuelve, que me abraza es
nuestro, es para siempre.

TE QUIERO


Ni quiero acordarme cuantos años llevas lejos, pero mi memoria se obstina en ponerme delante cifras. Son muchos ya y la vida sigue con su injusticia. Alguien me dijo un día, que el cariño se debilita cuando la distancia se va incrementando. Te aseguro que no es verdad, que te siento a mi lado y te quiero tanto, que a veces me duele hasta el alma. No concibo la vida sin esa sonrisa que lo iluminaba todo, que llenaba mis días y mis noches. Yo sé que también tú me sigues queriendo, que no se puede borrar algo tan hermoso, tan sublime y que lo ocupa todo.
Pondré hoy flores y me sentaré delante a hacer nuestra tertulia. Es sólo lo que puedo hacer, eso y amarte, regalarte mi vida, mis días y mis horas. Regálame hoy ese aroma con el que me obsequias a veces, estaré atenta, escucharé la brisa con atención, por si de ese espacio misterioso donde hemos vivido, queda alguna palabra flotando y puedo intuirla. Aunque en mi memoria están tus palabras, frases hermosas que me dan aliento, ilusión y esperanza.
Siempre tuya.
María

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece un sentimiento eterno en el tiempo.

Quintana dijo...

Sólo desde el puro y abnegado amor de una madre, se puede vencer al dolor y a la tristeza por la ausencia definitiva de un ser querido. Gracias, MARÍA, por tu coraje y fortaleza, dignos de ejemplo. Y gracias también a ti, LAURA, por ese incesante bálsamo de consuelo hacia tu madre, desde tu inmarcesible morada luminosa.
Un abrazo.
Quintana